El aumento de lluvias en marzo, genera alerta por posibles crecientes súbitas de ríos y quebradas que pueden ocasionar inundaciones y por deslizamientos de tierra en zonas de riesgo.
Neiva, marzo 13 de 2014 – La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena –CAM-, hace un llamado a los alcaldes para que activen los Concejos Municipales de Gestión del Riesgo -CMGR-, se revisen los Planes de Emergencia y Contingencia y se tomen medidas preventivas oportunas y adecuadas, con el fin de contrarrestar la posibilidad de impactos negativos por crecientes súbitas y en otros casos deslizamientos de tierra como consecuencia del inicio de la primera ola invernal del año la cual ya se viene presentando en algunas zonas del Huila.
Teniendo en cuenta que la llegada de la temporada de lluvia es un hecho paulatino, se recomienda mantener las medidas de ahorro y uso eficiente del agua así como permanecer activos por lo menos hasta el mes de abril los planes de prevención, atención y control de incendios forestales con especial atención a las áreas de Parques Nacionales Naturales –PNN-, Parques Naturales Regionales –PNR-, Parques Municipales Naturales –PMN-, santuarios de fauna y flora, reservas forestales y vegetación de las cabeceras urbanas.
Las lluvias que se han venido han sido y son el preludio de la I Temporada de Lluvias 2014, pues según el IDEAM inicia el 15 de marzo y se extenderá hasta mediados del mes de junio pronostican que las lluvias se presentarán con mayor intensidad en los territorios del sur y centro del país, mientras que en el norte del territorio nacional permanecerá el tiempo seco.
Recomendaciones Generales
La comunidad debe mantenerse atenta y avisar cualquier emergencia a las autoridades; ellos son fuente importante de comunicación para alertar a las instituciones correspondientes. Es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
Aprovechar y optimizar al máximo el recurso hídrico durante estos meses de lluvia y proteger la vegetación nativa en todos los nacimientos de agua e invitar a sus vecinos a hacer lo mismo.
Evitar las quemas, talas, pastoreo y procurar hacer surcos en el sentido de la pendiente, para detener la erosión que pueda causar deslizamientos.
Reciclar y disponer adecuadamente de los residuos sólidos. Evitar que caños, desagües, zanjones, lechos de ríos y canales, se obstruyan con sedimentos, troncos u otros materiales (basuras). No desviar, ni taponar caños o desagües. Revisar, ajustar, cambiar o limpiar los techos, canales, canaletas y alcantarillados, para evitar inundaciones en sus viviendas.
Vigilar las áreas ribereñas que son susceptibles a deslizamientos de tierras. Si se observa represamientos o disminución del caudal de fuentes hídricas, esto puede significar aguas represadas que pueden derivar en inundaciones repentinas.
En caso de inundaciones, es conveniente desplazarse a zonas altas para evitar pérdidas humanas, para el caso de inundaciones lentas, guardar objetos valiosos en lugares altos para protegerlos del agua. Igualmente, desconecte la corriente eléctrica para evitar cortos en los tomas de energía.
Ante posibles vendavales, asegurar muy bien el techo, tejas y láminas de zinc y en general objetos que puedan ser arrastrados por la fuerza de los vientos.
Evitar construir, comprar y alquilar, edificaciones en zonas tradicionalmente inundables como pueden ser algunas riberas de ríos y quebradas, sus antiguos lechos y las llanuras y valles de inundación.
Mantener listo un kit de emergencia con agua potable, una maleta con ropa, radio, linterna, pilas, botiquín de primeros auxilios y una cuerda.
Se les solicita a los huilenses conocer la señal de alarma para evacuación establecida en su comunidad. Si no existe, acordar con sus vecinos, un sistema con pitos o campanas que todos reconozcan para avisar a su vecindario el peligro ante cualquier emergencia.
Estar atentos a los informes técnicos y comunicados especiales de los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres.
