Fue registrado por campesinos de San Agustín en el PNR Corredor Biológico Guacharos-Puracé.
Neiva, febrero 10 de 2015 – En San Agustín – Huila, campesinos de la zona rural, en el Parque Natural Regional –PNR- Corredor Biológico Guacharos-Puracé lograron a través del uso de cámaras trampa el registro fotográfico de uno de los felinos más grandes de América: el Puma concolor (Puma).
Este registro es el resultado de los procesos de monitoreo de fauna silvestre que desde hace varios años viene adelantando la comunidad a través de la Organización Ambiental ‘Huellas del Macizo’ con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena –CAM-, Autoridad Ambiental de la Región.
Las imágenes evidencian la presencia constante de este felino en el Corredor Biológico, así como los esfuerzos de la misma comunidad por el cuidado y conservación de esta especie, la cual por muchos años fue víctima de la cacería indiscriminada, pero que hoy en día goza de un hábitat natural seguro.
De perseguido a protegido
El Puma concolor (Puma) que se encuentra en la zona boscosa de San Agustín, fue registrado con las cámaras trampas dispuestas por la CAM en diversas áreas del Corredor Biológico ‘Guácharos-Puracé, y las cuales son controladas por ‘Huellas del Macizo’ y la Organización ‘Cinco Ríos-Tambo Robado’.
Hace cinco meses, la comunidad de la zona rural de San Agustín, interpuso una denuncia ante la Dirección Territorial Sur de la CAM, a través de la cual manifestaba que el ganado de sus parcelas estaba siendo víctima de ataques por depredación de un Puma. Situación que fue atendida por la Corporación, iniciando un proceso de educación ambiental, que permitió a los moradores de la zona conocer el manejo y la importancia ecológica de la especie, dejando como resultado el compromiso de éstos con la conservación y preservación de los felinos.
“Durante el proceso se capacitó a la comunidad sobre la atención y manejo de eventos de depredación por carnívoros silvestres, haciendo mayor énfasis en los factores que predisponen al ataque, así como las recomendaciones básicas, técnicas de ahuyentamiento e importancia en la conservación de los felinos silvestres. La actitud de hoy por parte de la comunidad hacia la fauna silvestre tiene para nosotros un valor muy grande pues muestra el cambio de conciencia y la Cultura Ambiental que todos los huilenses debemos tener”, sostuvo Carlos Alberto Cuellar Medina, director general de la CAM.
El Puma es un mamífero de la familia Felidae, nativo de América y es el segundo felino más grande en las Américas después del jaguar. En el caso del fotografiado en San Agustín, se estima que es un ejemplar macho de aproximadamente de 60 kilogramos.
En Colombia se encuentra presente en todo el país, desde el nivel del mar hasta los 4.100 m de elevación, habitando una amplia gama de hábitats, incluyendo bosques húmedos, bosque seco, sabana, humedales, llanos y desiertos, incluso suele ocupar el páramo y bosque andino o montano.
“Su importancia ecológica radica en que controlan demográficamente sus especies presa, y de manera indirecta esto repercute en el control del consumo de plantas y semillas, e influye en la estructura y regeneración de los bosques. Además es considerada especie sombrilla debido a que su conservación facilita indirectamente la preservación de otras al necesitar de grandes zonas para vivir o sus necesidades ecológicas abarca grandes espacios”, señaló Edna Fernanda Jiménez, Coordinadora del Centro de Atención y Valoración –CAV- de la CAM.
Principales amenazas de la Especie
La relación entre los humanos y los felinos se ha dado por más de 10.000 años y solo en las últimas décadas esta relación ha cambiado. La transformación de los ecosistemas naturales y las actividades de cacería con armas de fuego y perros ha conllevado a la competencia por alimento, causando un cambio dramático en la interacción ecológica con estos felinos.
Esta competencia constante debido a la riqueza proteica de la dieta de los felinos y a las grandes áreas que requieren, genera situaciones de conflicto por la depredación de animales domésticos, produciendo pérdidas económicas y temor en las comunidades locales, lo cual generalmente motiva la cacería retaliativa. La depredación por parte del Puma sobre el ganado puede estar influenciada por diferentes factores: comportamiento innato o aprendido, estado de salud y condición de los individuos, la fragmentación de áreas y de recurso.
Actualmente las medidas de protección de la especie agudizan el conflicto desde el punto de vista del ganadero, esto le confiere una ventaja que no existía y ha convertido al Puma en un enemigo mayor. El problema de depredación del ganado y ovinos por parte de los pumas se ha hecho particularmente frecuente en el Huila causando pérdidas económicas a los habitantes siendo la opción inmediata del ganadero controlar al Puma mediante su caza, sin tener en cuenta las necesidades de la especie, la cual recurre a estas presas pues las naturales han disminuido.