Con la entrega de 10 mil palmas y al menos 15 mil especies vegetales como sam, igua y ocobos, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM invitó a los huilenses a disfrutar la Semana Santa en paz con la naturaleza el Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa.
Las especies fueron entregadas en las Direcciones Territoriales Norte (Neiva), Occidente (La Plata), Centro (Garzón) y Sur (Pitalito), mediante acciones concertadas con las parroquias y Alcaldías Municipales, entregando en cada una 2.500 palmas areca y 3.500 árboles.
Con esta actividad, que se desarrolló con el apoyo de la Red de Control para el Aprovechamiento y Tráfico Ilegal de Fauna y Flora para el Departamento del Huila, conformada por la CAM, la Policía Ambiental y Ecológica, el Ejército Nacional, la Fiscalía, el CTI y el DAS, se busca proteger la palma de cera del Quindío, el loro orejiamarillo y otras palmas en vía extinción y a las cuales esta época de Semana Santa se ha convertido en un verdadero calvario.
Estas especies vegetales todavía son utilizadas para la celebración del Domingo de Ramos, por ello se busca reemplazarlas por otras comunes o plantas vivas. La campaña también incluye protección a otras especies de fauna que sufren graves amenazas durante esa época como las iguanas y tortugas.
Previamente, la entidad ambiental con el apoyo de la Red, entregó especies vegetales como samán, nogal e igua como una forma de atenuar el daño ambiental que durante mucho tiempo se ha causado a la naturaleza. Estas se realizaron mediante actividades de educación ambiental como teatro y música gracias al apoyo de empresas como el centro comercial San Pedro Plaza y el Terminal de Transportes de Neiva.
La entrega de palmas el pasado Domingo de Ramos se realizó en la iglesia Inmaculada Concepción – Catedral de Neiva, Iglesia Espíritu Santo (Chicalá), San Antonio María Claret (Cándido), San José (Altico) y Perpetuo Socorro (Campo Núñez).
Decomisos
Según el reporte de la Policía Ambiental y Ecológica, en el marco de la celebración del Domingo de Ramos fueron decomisados 4.200 ramos de especies como palmas de cuesco constituidas como las más usadas en el Huila, en las Direcciones Territoriales Norte, Centro y Sur de la CAM.
“Con estas actividades buscamos que la comunidad se concientice sobre el daño que estamos causando a la naturaleza utilizando estos ramos, agardecemos a todos los huilenses que apoyaron estas actividades en las que tuvimos gran receptividad, gracias al apoyo también de la Policía Ambiental y el Ejército Nacional, así como las empresas que nos apoyaron. Seguiremos ejerciendo control a la comercialización ilegal de flora y fauna silvestre. El cuidado del medio ambiente debe ser prioritario, más aún en estas fechas donde nos reconciliamos con Dios”, señaló Rey Ariel Borbón Ardila, director general de la CAM.
Sanciones Las actividades de comercio, tenencia y aprovechamiento ilegal de flora y fauna silvestre acarrea sanciones que pueden ir desde un salario mínimos hasta 500, algunos de estos delitos pueden conducir a la cárcel.
“Invito a todas las personas que posean especies silvestres a que los entreguen a la CAM, entidad que cuenta con un Centro de Urgencias y Atención de Fauna Silvestre donde se rehabilitan y reubican. De igual forma, a que se abstengan de comprar o traficar estas especies indispensables para el equilibrio natural”, concluyó Borbón Ardila.
Especies en peligro
La palma de cera aumentó su demanda al ser utilizada en la elaboración de "ramos benditos" para la celebración de Domingo de Ramos, por lo tanto ha visto sus poblaciones dramáticamente disminuidas. Esta es una especie vedada en el territorio nacional y fue declarada como árbol nacional y símbolo patrio de Colombia mediante Ley 61 de 1985, y es además hábitat natural (único hogar) del loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), en vía de extinción.
Las iguanas y las tortugas (Hicotea y Charapa del Magdalena), cuya carne y huevos son consumidos en esta época, que corresponde a su etapa de anidación y reproducción, también son sometidas a ese “calvario” que año tras año las persigue por la irracionalidad o falta de conciencia de algunos colombianos, quienes atribuyéndoles poderes afrodisíacos, movidos por ganar unos cuantos pesos o para tenerlas como mascotas, las están extinguiendo de manera dramática.